Toda organización representa un sistema de individuos en el cual las personas pueden desempeñarse día a día en torno a posiciones de mayor o menor nivel de mando, así mismo se ven en la necesidad de tomar de decisiones cuando lo creen pertinente y por consiguiente hacen la división de labores para el personal para lograr alcanzar los objetivos que le beneficien a la empresa.
Sin duda, el reto de toda organización es lograr facilitar la interacción entre la organización y sus miembros así mismo con su medio ambiente. Si tomamos en cuenta que estas estructuras no son, ni por asomo, entidades pasivas, a partir que el individuo mismo es el que la conforma, entonces podremos entender que el éxito o fracaso organizacional no depende, del todo de su conformación. El hombre juega un papel muy importante tanto en su desarrollo como en su crecimiento dentro de la organización esto a raíz de la actitud que se toma frente a los objetivos organizacionales que se le presentan al personal que labora en dicha empresa.
Muchas de las veces las personas que no saben en sí a que se relacionan las relaciones publicas piensan que un publirrelacionista su trabajo es servir café, estar detrás de un mostrador dando información pero el papel de las relaciones públicas es algo más complejo es entender que el proceso de comunicación no es tan simple. Un Publirrelacionista debe jugar como emisor, receptor, para poder transmitir el mensaje correcto a las personas dentro y fuera de la organización para así, retroalimentar el mensaje que se quiere proyectar.
Además es necesario conocer que una organización no es un sistema cerrado; es un sistema abierto que permite la interacción de las empresas con su medio que no sólo existen órdenes de trabajo, mucho menos una tarea mecanizada del sujeto. En este convivio cotidiano nace la comunicación personal; es decir el intercambio informal de información y sentimientos entre los individuos que forman la organización.